Presentación
La Fundación Soinuenea inicia la publicación de la enciclopedia de los instrumentos utilizados en la música popular vasca.
Por supuesto, un proyecto de estas características no surge de la nada, sino que se basa en innumerables trabajos previos realizados por músicos, musicólogos, etnógrafos, historiadores e investigadores. Recopilando, organizando e interpretando de forma adecuada la información de diferentes fuentes, hemos querido recoger las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento para presentar de uno en uno los instrumentos y sus detalles, de forma clara y completa.
La documentación relativa a los instrumentos ha sido recopilada en diferentes soportes, formatos y formas, y todas estas aportaciones nos sirven para poder realizar un análisis completo del tema.
Estructura interna de la enciclopedia
Esta enciclopedia contará, por un lado, con una publicación física, y por otro, con una versión online que se podrá consultar en la página web de Soinuenea.
La publicación física se compone de volúmenes que iremos publicando gradualmente. En cuanto a la estructura, seguiremos la que presentamos en el apartado Clasificación de los instrumentos, basándonos en la sistemática de Hornbostel-Sachs, pero adaptada a nuestra realidad. De hecho, hemos tomado la libertad de adaptar el orden y la distribución de los subgrupos propuestos por Hornbostel-Sachs. Cuando organizamos la exposición en la sede de Soinuenea, dispusimos los grupos en función de las posibilidades que nos brindaba el espacio. Así, en el museo los aerófonos forman el primer grupo y el más numeroso. Siguiendo la misma lógica, los aerófonos también ocuparán el primer lugar en esta publicación en papel. Los dos primeros volúmenes estarán dedicados a los aerófonos; el tercero a los membranófonos; el cuarto a los idiófonos, y el quinto a los cordófonos y a otros instrumentos.
Todos los volúmenes irán acompañados de un CD que tendrá un apartado con comentarios musicales. En la versión de internet, la versión en papel se completa con material audiovisual más amplio y textos actualizados.
A la hora de presentar los aerófonos en dos volúmenes, hemos seguido la siguiente distribución: empezaremos con los instrumentos que tienen la columna de aire en un recipiente o tubo, concretamente con los que tienen el bisel o borde afilado: las flautas. El resto se agruparán en el segundo volumen: instrumentos con lengüeta simple y doble (clarinetes y oboes), xirolarrus (gaitas-cornamusas), instrumentos con lengüeta libre, de vibración de labios (trompetas) y aerófonos libres (con el aire que vibra libre, no dentro de un tubo o cuerpo cerrado).
Sobre la música popular
La cultura popular es uno de los elementos que más claramente expresa la singularidad de cada pueblo, y la música es una de sus áreas más importantes. Pero ¿qué es y cómo se ha conformado ese patrimonio cultural tan vinculado al pueblo?
Algunos creen que la música popular es un fenómeno inmutable y que la tradición se ha mantenido siempre igual. Según ellos, la música tradicional sólo admite la reproducción, sin dar opción a la creatividad. De hecho, hay músicos e investigadores que reivindican la autenticidad y la pureza de la versión real u original.
Afortunadamente, son muchos más los que piensan que la música popular, tras haber sido creada en un momento de la historia, se recrea cambiando continuamente. Desde esta perspectiva, la música popular se ha transmitido directamente de generación en generación dentro de una comunidad o en la propia familia, y cada generación ha participado en su composición; es más, podemos decir que cada persona que la ha interpretado ha hecho su aportación. De este modo, los cancioneros populares se han ido formando a lo largo del tiempo, fruto de la labor individual y colectiva, dotándolos entre todos de un carácter singular.
Los compiladores han visto cómo la misma melodía o canción tiene una versión diferente en un lugar u otro, o bien en el mismo lugar entre diferentes generaciones. Asimismo, la música adquiere estilos muy diferentes si se interpreta cantando o tocando con un instrumento u otro.
Tanto en los repertorios escritos como en los audiovisuales, podemos encontrar variantes de una misma melodía. Es más, ¡pensemos que una misma persona de una vuelta a otra de una actuación crea variaciones constantemente de forma natural! Por eso decimos que la música popular es un acontecimiento vivo y cambiante. Por supuesto, antes de que existieran la notación musical y las grabaciones, las variaciones serían más frecuentes y notables, dado que al no tener herramientas para representar y/o reproducir la música, los músicos recurrirían necesariamente a la memoria, y la memoria humana tiende a la creación por naturaleza.
Tampoco debemos olvidar que las culturas populares han sido siempre fenómenos abiertos y que han estado en contacto con otros pueblos y músicas, interactuando entre sí. No hay pueblo que no haya recibido influencias externas. Es más, en nuestra sociedad actual predomina la diversidad: en casa, en el barrio, en la escuela y en el trabajo convivimos personas de diferentes orígenes. En la actualidad, hablando de cultura popular, la idea de pureza tiene menos sentido que nunca.
Otro rasgo característico de los tiempos actuales es que, sobre todo en los países occidentales, la vivencia y transmisión de la cultura son muy mediáticas, es decir, están muy ligadas a los medios (escritos, audiovisuales…) y se producen de manera cada vez más individualizada, en lugar de hacerlo en directo y entre personas (colectivamente). El mundo digital y las redes han traspasado las fronteras de los países, y el hecho de tener tan a mano tantas formas de expresión diferentes ha tenido un gran efecto en nuestro carácter, a nivel individual y grupal. La cultura de masas y los mecanismos para dirigir las tendencias de los consumidores nos afectan inevitablemente.
Al igual que la economía, la sociedad y el estilo de vida han cambiado, la cultura popular también lo ha hecho. En las fiestas, por ejemplo, se ha reforzado la tendencia a ofrecer espectáculos, en detrimento de la participación creativa (danza, canto, música, juego). La música grabada también ocupa espacios en los que antes había silencio (ausencia de música) o música en directo.
En definitiva, debemos reconocer que la sociedad está cambiando profundamente, a una velocidad impensable en siglos anteriores. Sin abrir puertas a la nostalgia, este es un intento de recopilar y conocer la diversidad de músicas que han tenido arraigo en el País Vasco.
Tenemos que tener claro que las antiguas situaciones y funciones no van a volver (ni siquiera las necesidades): por el contrario, la música popular actual debe dar respuesta a nuestras aspiraciones y necesidades actuales. En esta adaptación, sin embargo, nos gustaría intentar comprender lo que ha sobrevivido hasta ahora y recoger sus aspectos más valiosos, para que sirvan de base a la cultura y la creatividad populares.
Esta enciclopedia es un intento de reescribir la memoria: en ella hemos querido recopilar testimonios de músicos e investigadores que hemos ido recogiendo mediante el trabajo de campo en el siglo XX, y los hemos querido completar con documentación diversa, de la manera más científica posible, para ofrecer una base a los músicos de hoy y de mañana.
Por tanto, para contar esta historia hablaremos de objetos, sabiendo que los instrumentos son mucho más que eso: son herramientas creadas por el ser humano para jugar con el sonido, y aunque tienen una base material, son medios con los que crear sonido o música, que consideramos una expresión inmaterial. Además, a veces también funcionan como símbolos, y, según la época, han tenido y dado a los intérpretes un prestigio y significado diferente dentro de una sociedad. Por tanto, al hablar de objetos nos referiremos, inevitablemente, a la historia, a la cultura y a la sociedad.
Instrumentos en la música popular
En todas las culturas del mundo, los músicos han dado forma a la música popular mediante los instrumentos. Los instrumentos influyen en la cualidad de la música, pero, al mismo tiempo, han sido modelados según los gustos, la potencia y la imaginación de la comunidad y de los músicos, para poder hacer realidad esa música que querían crear.
Algunos instrumentos se han tocado durante miles de años en una zona, y otros, en cambio, han tenido un recorrido más breve en la misma sociedad. ¿Cómo decir cuáles son locales y cuáles foráneos? ¿Qué criterios hay que seguir? La respuesta es tan sencilla como compleja. Si bien ha llegado de fuera, un instrumento utilizado en un pueblo durante un período de tiempo significativo, que ha desarrollado particularidades en cuanto a los materiales y a la construcción, al aspecto, al modo de tocar, al sonido, a la música que crea o a sus funciones, puede considerarse un instrumento autóctono. Es más, aquello que el pueblo conoce y reconoce como local es, sin duda, autóctono, independientemente de su antigüedad.
Debemos tener en cuenta que la mayoría de los instrumentos que conocemos no tenían ni el aspecto ni las características actuales cuando se crearon. Se han ido modificando, para dar respuesta a las necesidades del momento. Si un instrumento perdura, es porque cumple alguna función. Si las cosas no tienen una razón de ser, si nadie se identifica con ellas, tienden a desaparecer.
Asimismo, podemos encontrar instrumentos similares en diferentes lugares del mundo: parecen parientes. Esto no significa necesariamente que uno sea más antiguo que el otro, o que algún viajero haya difundido el instrumento por todo el mundo. Una explicación simple es que podrían estar fabricados bajo el mismo principio: del mismo modo que cabe pensar que el descubrimiento del fuego no se produjo en un único lugar y por un único grupo de seres humanos, sino en diferentes momentos y lugares de manos de diferentes grupos de personas.